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LUCAS Y EL ANTIGUO TESTAMENTO

Comentario a la primera lectura del 3er domingo de Pascua. A

En el libro de los Hechos de los Apóstoles, después de la narración de la venida del Espíritu Santo, sigue un largo discurso que Lucas pone en boca del apóstol Pedro. Seguramente recoge los contenidos de la primera predicación cristiana. De este discurso leemos un fragmento (Hch 2,14.22-33) en la primera lectura de este domingo.

El discurso comienza diciendo: “Judíos y todos los que habitais en Jerusalén”. Nuestro texto comienza diciendo: “Israelitas escucha estas palabras”. La expresión suena como el comienzo de un nuevo discurso. De hecho lo que ocurre es que el discurso toma un tono diferente. En la primera parte la profecía de Joel tiene un rol relevante. Según ésta, el Espíritu desciende sobre todo el mundo sin condiciones ni restricciones. El tono de la primera parte es universalista. Los residentes en Jerusalén, vista la lista de naciones de los vv. 9-11, forman un colectivo plural y universal.

En esta segunda parte, el universalismo desaparece. Israelitas significa que los destinatarios son exclusivamente los componentes del pueblo de Israel. Ahora el don del Espíritu Santo se promete bajo los condicionantes previos de la conversión y el perdón de los pecados obtenido por el bautismo. Más adelante Pedro se dará cuenta de que la salvación sobrepasa los esquemas del pensamiento judío y que el mesianismo de Jesús tiene un alcance totalmente universal (Hch 12,11).

El evangelista Lucas introduce tres citas de los salmos en el discurso de Pedro. Entre los oyentes de las palabras de Pedro hay judíos. En las primeras comunidades cristianas había un número considerable de convertidos provenientes del judaísmo y entre ellos no debe descartarse que hubiera rabinos y maestros de la Ley expertos conocedores de la Escritura judía. Es muy lógico que se preguntaran qué valor tenía la Escritura judía a la luz del evento de la muerte y la resurrección de Jesús.

Pedro recuerda a los oyentes que la entrega de Jesús se hizo “de acuerdo con la decisión que Dios había tomado y fijado de antemano” (v.23). Dios es el último responsable del dinamismo de la historia de salvación que arranca con las promesas contenidas en el Antiguo Testamento y que ahora se está cumpliendo con la resurrección de Jesús y el don del Espíritu Santo. Las expectativas de salvación universal que atraviesan el Antiguo Testamento se cumplen ahora. El evento Jesús es el cumplimiento de las promesas hechas al pueblo de Israel; en Jesús Dios ha sido fiel a sus promesas. Al margen del evento Jesús la Escritura judía se convierte en un gran interrogante sin respuesta. Jesús llena de contenido toda la historia salvífica del Antiguo Testamento.

¿Cómo utiliza Lucas el Antiguo Testamento? Evidentemente no usa los métodos modernos de exégesis e interpretación bíblica (lo que técnicamente se llama método histórico – crítico) sino que se vale de procedimientos interpretativos rabínicos, concretamente aquí practica un ”peser” que es una aplicación inspirada de una cita de la Escritura en el aquí y ahora. El “peser” establece una conexión directa entre el texto de la Escritura y el evento actual que se quiere iluminar. Una palabra, una frase, una idea es suficiente para establecer esta conexión. Todo esto se hace con una gran creatividad que permite modificar, si es necesario, el texto a fin de ajustarlo a las circunstancias actuales.

Para demostrar que la resurrección de Jesús estaba anunciada Lucas se ha valido de la salmo 16. Es un salmo que muestra la confianza del creyente en Dios que proclama su fe y expresa el convencimiento de que Dios le liberará de una muerte desgraciada. Lucas se fija en la traducción griega de los setenta que traduce el término hebreo “shahat” que significa abismo, foso, sepulcro por corrupción. Evidentemente la única forma de escapar de la corrupción es la resurrección. David era considerado un profeta y autor del salmo en cuestión. Lucas quiere demostrar que lo que dice el salmo no es aplicable a David porque todo el mundo sabe que está muerto y todo el mundo sabe dónde está su tumba. Si las palabras del salmo no se pueden aplicar a David significa que éste está hablando de alguien y ese otro no puede ser nadie más que Jesús.

Con el recurso al Antiguo Testamento, las comunidades cristianas se dieron cuenta de que la resurrección de Jesús no es un hecho aislado y extraño sino que forma parte del proyecto liberador dirigido por Dios y en tanto que forma parte de la historia de salvación había sido previamente profetizado por la Escritura judía.

Domingo 3r de Pascua. 23 de Abril de 2023.

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