El proyecto ‘Moda re-‘ de Cáritas recicla 30.000 toneladas de ropa y crea 750 empleos

La costumbre de llevar una bolsa de ropa usada a la parroquia del barrio podría pasar a mejor vida en pocos años. Y también la forma en que esa ropa se entrega a las personas que lo necesitan. Un total de 29 cáritas diocesanas (de las 70 que existen en España) se han incorporado al proyecto ‘Moda re-‘, con el que la institución eclesial pretende modernizar la labor de reutilización de ropa que lleva haciendo desde hace décadas para multiplicar sus beneficios sociales y medioambientales.

3.800 puntos de recogida, tres plantas de reciclaje y 80 tiendas conforman la actual red de ‘Moda re-‘

Así lo ha explicado en rueda de prensa la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro: “El proyecto ‘Moda re-‘ es una apuesta de Cáritas por transformar la gestión de la ropa usada que tradicionalmente se hacía por medio de roperos en casi todas las parroquias. Queremos dar un nuevo aire, crear una nueva forma de hacer que dignifique la entrega de la ropa”.

El proyecto se basa en una red que empieza en puntos de recogida de ropa (unos contenedores instalados en las calles de color rojo y con el logotipo de Cáritas bien visible), continúa en plantas de tratamiento integral (donde se clasifica, se recicla, se valora y se higieniza la ropa) y termina en tiendas, a las que acuden tanto clientes que pueden encontrar ropa de segunda mano a buen precio como personas con necesidad que podrán obtener las prendas que elijan de una manera más digna.

“La gente que necesite ropa la recibirá de una forma más digna, en unas tiendas en las que podrán elegir y probarse las prendas como cualquier cliente”, explica Peiro. Para ello, los voluntarios de Cáritas entregarán a estas personas vales canjeables por ropa, en función de sus necesidades.

Natalia Peiro, Rubén Requena y Ana María Girón, en la rueda de prensa (Foto: I. Cubillo – Cáritas Española).

Las cifras que presenta el proyecto actualmente ya son muy significativas: 3.800 puntos de recogida, tres plantas de tratamiento integral y 80 tiendas. Solo el año pasado, se recogieron 90 millones de prendas que sumaron un total de 30.000 toneladas de ropa.

‘Moda re’ tiene otra importante finalidad social que es la de generar puestos de empleo de inserción para personas que, por su difícil situación personal, no pueden acceder al mercado laboral ordinario. El coordinador de ‘Moda e-‘, Rubén Requena subraya este aspecto: “No estaríamos haciendo reciclaje textil si no fuera para generar oportunidades para personas con biografías muy complejas”.

El proyecto ha generado ya 750 empleos, de los cuales 450 están ocupados por personas que están siguiendo un proceso de acompañamiento e inserción. En palabras de Ana María Girón, responsable del proyecto textil de Cáritas Albacete, “son personas que vienen de situaciones límites, con una autoestima muy baja y tratamos de que aprendan un oficio y que, a la vez que firman un contrato de trabajo”. Este periodo de integración laboral dura un mínimo de seis meses y un máximo de tres años, dependiendo de cada caso individual. “Queremos que se lancen al mercado laboral con la autoestima recuperada y una formación para que sean capaces de conseguir y mantener un puesto de trabajo”, destaca Girón.

El resultado de todo ello es una apuesta por la integración social la economía circular y la sostenibilidad medioambiental. “Tiene como finalidad generar empleo social en el territorio, impulsar la participación social -porque mueve a más de 1.000 voluntarios- mejorar los ratios de reutilización de la ropa y del reciclaje textil, reducir notablemente el impacto medioambiental y ahorrar en la gsetión municipal de los residuos textil”, resume Peiro.

La secretaria general de Cáritas se refiere al lanzamiento de ‘Moda re-‘ como “un hito, un momento muy importante en el que vemos el resultado del trabajo de muchos años, pero que hace solo cinco años era solo una manera imaginativa para dar solución a la búsqueda de empleo para las personas que acompañamos en otros proyectos sociales”.

Todavía hay comunidades que no se han incorporado esta iniciativa, como Madrid, Extremadura, Navarra o Murcia, entre otras. El coordinador del proyecto reconoce que todavía costará mucho tiempo que se incorpore el resto de las 70 diócesis pero la idea es que finalmente todas se adhieran.