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EN UN PESEBRE

Natividad del Señor – B (Lucas 2,1-14) Evangelio del 25 / Dic / 2017

Publicadopor Coordinador – Mario González Jurado

pagola

Según el relato de Lucas, es el mensaje del ángel a los pastores el que nos ofrece las claves para leerdesde la fe el misterio que se encierra en un niñonacido en extrañascircunstancias en las afueras de Belén.

Es de noche. Una claridaddesconocidailumina las tinieblas que cubren Belén. La luz no desciende sobre el lugardonde se encuentra el niño, sino que envuelve a los pastores que escuchan el mensaje. El niño queda oculto en la oscuridad, en un lugardesconocido. Es necesariohacer un esfuerzo para descubrirlo.

Estas son las primeraspalabras que hemos de escuchar: «No temáis. Os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo». Es algomuygrande lo que ha sucedido. Todos tenemos motivo para alegrarnos. Eseniño no es de María y José. Nos ha nacido a todos. No es solo de unosprivilegiados. Es para toda la gente.

Los cristianos no hemos de acaparar estasfiestas. Jesús es de quienes lo siguen con fe y de quienes lo han olvidado, de quienesconfían en Dios y de los que dudan de todo. Nadieestá solo frente a susmiedos. Nadieestá solo en susoledad. HayAlguien que piensa en nosotros.

Así lo proclama el mensajero: «Os ha nacidohoy un Salvador: el Mesías, el Señor». No es el hijo del emperador Augusto, dominador del mundo, celebrado como salvador y portador de la pazgracias al poder de suslegiones. El nacimiento de un poderoso no es buena noticia en un mundo donde los débiles son víctima de todaclase de abusos.

Este niñonace en un pueblosometido al Imperio. No tieneciudadanía romana. Nadie espera en Roma sunacimiento. Pero es el Salvador que necesitamos. No estará al servicio de ningún César. No trabajará para ningúnimperio. Es el Hijo de Dios que se hacehombre. Solo buscará el reino de de suPadre y sujusticia. Vivirá para hacer la vida más humana. En élencontrará este mundo injusto la salvación de Dios.

¿Dóndeestá este niño? ¿Cómo lo podemosreconocer? Asídice el mensajero: «Esto os servirá de señal: encontraréis un niñoenvuelto en pañales y acostado en un pesebre». El niño ha nacido como un excluido. Suspadres no le han podido encontrar un lugaracogedor. Sumadrele ha dado a luzsinayuda de nadie. Ella misma se ha valido como ha podido para envolverlo en pañales y acostarlo en un pesebre.

En este pesebrecomienzaDiossu aventura entre los hombres. No leencontraremos entre los poderosos, sino en los débiles. No está en lo grande y espectacular, sino en lo pobre y pequeño.Vayamos a Belén; volvamos a las raíces de nuestra fe. Busquemos a Diosdonde se ha encarnado.

José Antonio Pagola

 

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